Solía contarme mi padre que, en sus tiempos de juventud, aquellos años convulsos que siguieron al Mayo Francés, los jóvenes soñaban con la revolución. Se reunían en una casa o en una plaza, hablaban sonrientes sobre las " hazañas " guerrilleras en toda América y se animaban, guitarra en mano, con cánticos que insuflaban sus sentimientos revolucionarios. Con el tiempo, la llama revolucionaria se apagó y muchos dejaron de fantasear con el fusil del Che. Pero el socialismo, que prometía una nueva vida e imponer la igualdad frente a los privilegios, llegó al poder por otra vía. Quienes no habían vivido los años de la "Cuba heroica", la Nicaragua revolucionaria o el Sendero Luminoso del Perú , ahora tomaban las banderas que sus padres habían perdido y reanimaban las luchas que la generación anterior había olvidado. La revolución se consumó. La igualdad fue la bandera más ondeada. El revanchismo no existiría. La fraternidad iba a ser el fin más preciado. Los privilegio...
Subversión en letras
Somos el rincón de la juventud que expresa sus ideas sin censura ni moldes